23/2/15

TRAS UNA NEVADA...

Buenas noches!
Hoy os voy a contar una anécdota.
Antes de la gran nevada, esa que casi nos sepulta y que nos llegó por la cintura jejeje. Nevó. No tanto, vale... pero cubrió bien. La cosa es, que como vi las carreteras limpias, me dije: "¡qué narices!" Y me fui a yoga.
Así, con mi coche. Sin ruedas de invierno, ni cadenas. Bien, ¿eh? Asomé por el acceso al pueblo y, como lo vi limpio, dije "pa'bajo".
Cual fue mi sorpresa... Gran sorpresa... ¡de limpio nada de nada, monada! Peeeero, ya estaba a mitad de cuesta y no podía ir marcha atrás. Así que, ¡¡pa'lante!! No entraré en más detalles (que seguro os imaginais), pero solamente diré que me atoré un poco jajajaja. Y mis compis de yoga, más majos que las pesetas, me ayudaron a salir y dejé el coche listo para marchar a casita al salir de la clase.
Lo que no tuvimos en cuenta, fue que iba a helar y había que sacar el coche cuesta arriba... Cogí carrerilla y todo fue bien hasta los dos últimos metros, que pillé una placa de hielo y ¡ale! Otra vez empantanada.
Y gracias a mis compis, que me empujaron por segunda vez, saqué el coche. Pero no acaba ahí la cosa. Ya en el arcén, justo al ladito de la carretera, me patinó una rueda y me volví a quedar clavada. Otro empujón....y ya sí, me puse en marcha.
Lo único que quería era parar y darles un abrazote a mis compis, pero me hizo una bobada una de las ruedas y me dije "tiraaaaaaa" y eso hice.
¡¡¡Ay mis pobres!!! ¡¡¡Cómo les puse de barro!!! Y como es de bien nacidos el ser agradecidos, y no me he atrevido a ir a yoga antes (por el gran nevadón), pues les he hecho un regalito. Si todo va bien, mañana les veré y se los daré. Así queeeeee solo  puedo enseñar esto por el momento jejejejeje.
Mañana lo cuelgo.
¡Ah! Y ya llevo en el maletero la pala y cadena líquida jajajaja. ¡Ya no me vuelve a pillar!

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